Más de 11.000 hoyos de pan con aceite, bacalao y aceitunas se repartieron ayer en la Fiesta de la Aceituna de Martos (Jaén), que cada 8 de diciembre marca, de forma simbólica, el inicio de la campaña de la recolección de la aceituna y la puesta en funcionamiento de las almazaras de la provincia. Tras el pregón, que este año corrió a cargo del consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, los vecinos de Martos y de la comarca de la Sierra Sur, se echaron a la calle para ver la extracción del primer aceite de oliva virgen de la campaña 2003-2004.
Gaspar Zarrías, que aprovechó el acto para dar a conocer los datos del segundo aforo sobre la producción en la provincia, adelantó que la campaña 2003-2004 rondará las 600.000 toneladas de aceite de oliva, acercándose al record histórico de hace dos años cuando se superó esta cifra.
En el monumento al aceitunero del parque Manuel Carrasco, tres niños, ataviados con la indumentaria y los aperos propios de la recolección de la aceituna, recogieron una muestra de la primera aceituna caída de los olivos del parque. Entonces, el fruto fue llevado en las tradicionales espuertas de esparto a una prensa de husillo, en la que los maestros de las almazaras de la comarca, prensaron, entre los capachos de esparto, la pasta caliente de la aceituna. A través de la presión física, y rememorando cómo se desarrollaba este menester años atrás, las primeras gotas del aceite de oliva virgen de la presente cosecha, que oficialmente comenzó el 1 de diciembre, comenzaron a caer entre un estruendo de cohetes.
La fiesta, que se viene celebrando desde hace más de 20 años en Martos, se ha convertido en todo un referente de la provincia en la exaltación de la cultura del olivar y del aceite de oliva.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de diciembre de 2003