La música cubana ha perdido a otra de sus legendarias estrellas, el pianista Rubén González, compañero del mítico sonero Compay Segundo, recientemente desaparecido, y como él redescubierto tardíamente gracias al fenómeno de Buena Vista Social Club. González murió a los 84 años de edad en su casa de La Habana, rodeado de su esposa, Envida Lima, y de sus familiares cercanos. González estaba enfermo desde hace tiempo y llevaba alrededor de dos años sin actuar en público. "Hace meses que ya no caminaba, y eso se le fue complicando con problemas de pulmones y riñones", dijo su esposa.
Rubén González tenía las manos de oro, era un exquisito en el piano. Nació en mayo de 1919 en la provincia central de Santa Clara y estudió Medicina, pero la abandono antes de graduarse para entrar a la orquesta de Arsenio Rodríguez y después tocó en las mejores orquestas de música popular cubana, como la América o la orquesta de Enrique Jorrín.
"En los años cuarenta hubo una formidable vida musical en Cuba, pero circulaba poco dinero, aunque todos tocábamos porque realmente nos gustaba lo que hacíamos", dijo Rubén González en una entrevista. Según González, que, como muchos de sus compañeros, cayó en el olvido tras el triunfo de la revolución de Fidel Castro, en enero de 1959 las "estrellas más importante de la música cubana actual provienen de ese periodo brillante".
Rubén fue intérprete magistral de danzones, guarachas, chachachás y en general de todos los ritmos, logrando brillar con personalidad propia en la música popular cubana.
Impecable virtuosismo
"Fue un pianista de impecable virtuosismo, que podía crear el más maravilloso y deslumbrante sonido, tanto en una canción de ritmos rápidos como en una suave y sensual balada. Estuvo siempre a la vanguardia de su generación", afirmó ayer en La Habana Juan de Marcos González, quien lo rescató del olvido al incorporarlo a la grabación de Buena Vista Social Club, que realizó Ry Cooder a mediados de los años noventa, con Ibrahim Ferrer, Pío Leyva, Compay Segundo, Omara Portuondo y otras grandes glorias cubanas.
A partir de ese momento González saboreó las mieles del triunfo, viajando por todo el mundo con las orquestas de Buena Vista Social Club y Afro-Cuban All Stars. En 1996, con arreglos y coordinación de Juan de Marcos, salió su primer disco en solitario, Introducing... Rubén Gonzalez, que obtuvo reconocimiento mundial y ventas millonarias.
En el año 2000, World Circuit Production editó su segundo disco, Chanchullo, también elogiado por los mejores críticos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de diciembre de 2003