La Reserva Federal de EE UU mantuvo ayer intactos los tipos de interés en el 1% y se quedarán así por tiempo "considerable". La Fed repitió a los mercados un mensaje: paciencia. Antes de la decisión, el euro marcó otro máximo con 1,2276 dólares, mientras el Ibex 35 de la Bolsa española fijó récord anual. El Dow Jones llegó a superar los 10.000 puntos, pero perdió al fin un 0,42% y cerró en 9.923,42 puntos.
La incógnita no estaba tanto en si se iba a mantener el nivel actual de los tipos de interés, sino en la señal que iba a lanzar la autoridad monetaria estadounidense de cara al futuro. Se analizó hasta la última palabra de la declaración de su presidente, Alan Greenspan, para detectar el más mínimo cambio de lenguaje que hiciera entrever una variación en la estrategia seguida hasta ahora por la Fed y constatar si se empezaba a ir hacia una política monetaria "expansiva".
El temor en las bolsas de Nueva York y Chicago estaba en que desaparecieran dos palabras de la intervención del gurú: "periodo considerable". Greenspan optó finalmente por pronunciarlas, como viene haciendo desde agosto, y seguir jugando con la flexibilidad en la interpretación que da esta corta afirmación. La Fed quiso de esta manera reafirmar su compromiso con el crecimiento, al menos hasta que no haya evidencias de que la recuperación es fuerte.
La clave de cara al futuro está en la evolución de la inflación. Los datos no reflejan todavía una situación clara para forzar un cambio en la política monetaria y en este sentido Greenspan señaló que los riesgos de deflación "son iguales" a las posibilidad de un repunte en los precios. Ahí está el principal cambio en el discurso del gobernador. Los economistas del banco UBS señalan que la inflación en EE UU está a un nivel más bajo que en episodios de recuperación económica del pasado, lo que da más margen de maniobra a la Fed para actuar en consecuencia.
Tampoco se observa una recuperación real en el mercado laboral (5,9% de paro) en línea con el crecimiento (8,2%) y se sigue con mucha atención la evolución del dólar, que ayer volvió a marcar otro mínimo histórico respecto al euro por octavo día consecutivo. Un euro llegó a valer 1,2276 dólares.
El ex gobernador de la Fed, Larry Meyer, auguró ayer que ante esta situación se podrían mantener los tipos intactos durante el primer semestre de 2004 y afirmó que no ve a la Reserva Federal cambiando de estrategia hasta 2005.
El Dow Jones sorprendía en la apertura superando, por primera vez desde mayo de 2002, los 10.000 puntos. Nueve minutos después el clima se calmó en Wall Street y las rápidas ganancias del comienzo de la sesión se evaporaron. Al cierre, el índice cayó un 0,42%. Los mercados optaron por la cautela a la espera de conocer los resultados de la reunión del consejo de gobierno de la Fed, antes de aventurarse en grandes operaciones. Sin embargo, hubo margen para que el índice Ibex 35 de la Bolsa española cerrase a su nivel más alto del año en 7.391 puntos, después de ganar el 0,58%.
Las bolsas europeas también se situaron en los máximos del ejercicio tras subir el 1,04% el mercado de Francfort, el 0,62% París y el 0,45% Londres.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de diciembre de 2003