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OPINIÓN DEL LECTOR

La enésima bravata de Arzalluz

Arzalluz es un especialista en bravatas, siempre con el objetivo de avisar de "grandes males" si se toman decisiones para fortalecer el Estado de derecho. Cuando se decidió el endurecimiento de las penas por violencia callejera, señaló que su efecto sería el contrario al deseado, y cuando se aprobó la Ley de Partidos, afirmó que probablemente habría más muertos.

Sin embargo, no se han producido esas grandes calamidades y con cada uno de estos pasos la violencia ha disminuido. Ahora ya tenemos la última bravata de Arzálluz, mientras estaba declarando Atutxa, con relación al uso de las recientes modificaciones del Código Penal: "entonces sí pasará algo", amenazó el lider peneuvista.

De momento, en caso de una hipotética condena de Atutxa, los etarras no tendrán ni voz ni voto, ni financiación con dinero público. Eso es lo único que pasará, señor Arzalluz, ni más ni menos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de diciembre de 2003