Un edificio de siete plantas en el casco histórico de Málaga tuvo que ser desalojado ayer debido a la caída de un muro de contención provocado por un deslizamiento de tierra como consecuencia de las fuertes lluvias de los últimos días. El inmueble, ubicado en la calle Conde Ureña, fue acordonado por los bomberos después de que cayera sobre la parcela medianera la parte de un muro que daba acceso a la rampa del garaje.
El desalojo afectó a las 25 familias que habitan en el edificio y se adoptó como medida de precaución ante el riesgo de que pudiera haberse dañado su estructura, algo que fue descartado en un primer examen realizado por los bomberos. Los vecinos relataron que el suceso fue "bastante espectacular", aunque no hubo que lamentar daños personales. En el interior del garaje quedaron, sin posibilidad de que sus propietarios puedan sacarlos, una veintena de vehículos.
El bloque, según las primeras inspecciones, no presenta "ningún peligro", aunque las familias afectadas tuvieron que pasar la noche en casas de familiares o en hogares proporcionados por la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga, que anunció a los vecinos que hoy puede volver a sus casas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de diciembre de 2003