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EL FUTURO DE EUROPA

Berlusconi asegura que tiene una propuesta en el bolsillo para convencer a Aznar

Polonia amenaza con vetar la Constitución europea si se rebaja su poder de decisión en la UE

La presidencia de la UE, Italia, anunció ayer, por fin, que durante la cumbre europea que comienza mañana en Bruselas presentará a España una alternativa al nuevo reparto de poder que el Gobierno de José María Aznar rechaza frontalmente. Fuentes oficiales italianas informaron en la tarde de ayer de que "existirá esa alternativa", pero que su contenido "sólo lo conoce Silvio Berlusconi". Horas después, desde Roma, el propio primer ministro italiano afirmó, como hizo la semana pasada, que tiene "una propuesta en el bolsillo", pero esta vez añadió que la expondrá "en el último minuto".

Cede finalmente Italia a la presión de España para que presente una opción al sistema de voto en el Consejo de la UE del proyecto constitucional: las decisiones serán válidas cuando sean apoyadas por la mayoría de países (más del 50%) y que representen al menos al 60% de la población. El día anterior, el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, aseguró en Bruselas: "Ya hemos dicho que las propuestas alternativas necesitan un consenso. No existe ese consenso en las discusiones que hemos tenido estas semanas y, por tanto, la presidencia no puede presentar un compromiso". Italia mantenía así la posición de los últimos meses de Alemania y Francia, de que debían ser España y Polonia, los dos países que se oponen a la fórmula del proyecto constitucional, los que presentaran una opción y dijeran con qué apoyos cuentan. En declaraciones a la emisora británica Bbc, el presidente de Polonia, Aleksandr Kwasniewski, aseguró anoche que su país vetaría la Constitución europea si los derechos de voto de Polonia se ven reducidos. Kwasniewski solicitó "una oportunidad de compromiso" para que fueran satisfechas las reivindicaciones polacas.

Frattini ha insistido en que no estaba dispuesto a debatir fórmulas diferentes al sistema de esa doble mayoría recogida en el proyecto, por la que por vez primera en la UE el peso de cada país estaría en relación directa con la población. Alemania (17% de la población de la UE) es el más beneficiado, mientras España y Polonia pierden mucho poder con respecto al que les dio en 2000 el Tratado de Niza.

En Madrid, Aznar mantuvo ayer una reunión con el equipo de expertos y diplomáticos que han preparado la cumbre y participado en las negociaciones de la Constitución. Uno de los participantes hizo suya una frase pronunciada estos días por el canciller alemán, Gerhard Schröder, y ayer por el portavoz de la Comisión Europea. "Queremos una Constitución", repitió la fuente española, "pero no a cualquier precio". España prefiere debatir variaciones sobre Niza.

Nada ha trascendido sobre la alternativa "de último minuto" de Berlusconi, pero sí dijo ayer que la opción "reconoce para España y Polonia el estatus de país grande", lo mismo que Alemania dice estar dispuesta a conceder a Madrid. Si la alternativa está basada en la doble mayoría, la única opción para que España y Polonia ganen peso consiste en modificar la combinación 50% de Estados y 60% de población. Cuanto más se eleve el segundo porcentaje, más ganarán España y Polonia, pero también Alemania. Todos los grandes podrán lograr con más facilidad minorías de bloqueo, algo a lo que se opondrán los pequeños y medianos.

Frattini también ha planteado esta semana en Bruselas la posibilidad de que el nuevo reparto de poder entre en vigor en 2014, y no en 2009 como prevé el proyecto constitucional. Hasta entonces, seguiría en vigor el sistema de Niza para alegría de Aznar y del primer ministro polaco, Leszek Miller.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de diciembre de 2003