El PP explicó ayer su rechazo global a las cuentas de 2004 presentadas por el Gobierno en su condición de "reflejo presupuestario del plan Ibarretxe". Según su portavoz, Leopoldo Barreda, el proyecto está a su servicio y no permite, por la incertidumbre y la inestabilidad, aprovechar las posibilidades de reactivación económica existentes. El PP ha pedido la devolución de los presupuestos y además ha presentado otras 634 enmiendas parciales. El único grupo opositor que no ha enmendado las cuentas a fecha de hoy, víspera del debate de las enmiendas de devolución, es el de la antigua Batasuna.
La crítica del portavoz popular incluyó la consideración de que el proyecto "contiene rasgos sectarios y discriminatorios" y resulta "en buena medida simulado" por "la opacidad" y el incumplimiento de la Ley de Régimen Presupuestario, "con la aprobación de múltipes excepciones a su aplicación". En este capítulo, Barreda aseveró que el Gobierno propicia "la proliferación de organismos, sociedades y chiringuitos" de difícil control y escasa transparencia. El portavoz popular reprochó al proyecto que se apropia de competencias que corresponden a diputaciones y Ayuntamientos y que reduce la inversión pública al nivel "más bajo de los últimos veinte años".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de diciembre de 2003