Me encontraba hace unos días en mi sano deber de hacer ejercicio en el gimnasio cuando a través de la radio se anuncia una fiesta en la discoteca Matador, en Dos Hermanas, en la que, aparte del importe de la entrada, se anuncia a bombo y platillo que las chicas podrán tomar seis consumiciones totalmente gratis, aunque pensándolo bien esta oferta bien podría equivaler a una barra libre de fin de año. Conjeturas aparte, lo cierto es que esto a lo único que contribuye es a incitar a los jóvenes a un consumo excesivo de alcohol, y más cuando se trata de una fiesta en un fin de semana normal y corriente. Por ello, he de aplaudir todas aquellas iniciativas en aras de una movida sana cuyos ingredientes son deporte, bebidas sin alcohol, cine, música y diversión, sin machacar el hígado, ¡qué ya está bien de ver tantos críos borrachos en días festivos! Es hora de apelar a la responsabilidad de los dueños de estos establecimientos que incitan a beber sin la más mínima moderación y se percaten, de una vez por todas, de que el alcohol no es imprescindible para que la gente se divierta. A ver si algún día se les ocurre algo más ingenioso que emborrachar a las chicas con seis copas y piensen no sólo en la salud de ellas sino en los padres, porque ellos se llevan la peor parte de esta locura a la que someten a sus hijos. Por favor, seamos más coherentes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de diciembre de 2003