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OPINION DEL LECTOR

Relato de un accidente

¿De qué sirve pararse en un fatídico accidente de coche para ayudar a alguien? No sirvió de nada llamar a la ambulancia. Estaba muerta. Le tomamos el pulso entre su propia sangre. Tenía 25 años. Ya era inútil. Al menos la otra fue salvada por un ángel que saltó a la carretera a por ella. Sacar al conductor del amasijo de hierros era un reto para nosotros. Nos jugamos la vida. Lo dejamos por imposible. Sólo quedaba esperar. Nuestra impotencia se incrementa al ver la ignorancia de la Guardia Civil ante la supuesta fallecida y el tremendo suceso.

Volvemos a hacer aviso de la ambulancia. Díganme ustedes de qué sirve. Un lugar lleno de sangre, frustración e impotencia, aderezado de gente fría y tan sólo con la preocupación de no denunciar la falta de efectividad de ellos y de sus compañeros.

Para quienes se sientan aludidos, el accidente sucedió la madrugada del lunes 9 de diciembre, sobre las siete de la mañana, en la carretera Madrid-A Coruña, dirección Madrid, en la curva de Parquelagos, al poco de salir de la localidad de Villalba. Una chica de 25 años fallecida, otra herida y el conductor de la misma edad también herido. El coche se trataba de un 206 gris metalizado. ¿Testigos? Nos mandaron a casa sin tomar datos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de diciembre de 2003