El lunes 8 de diciembre dejé olvidado mi bolso de mano, por supuesto con toda mi documentación, tarjetas de credito, llaves..., en el aseo de señoras de la gasolinera que está en la salida a Villarejo de Salvanés, en la carretera de Valencia dirección a Madrid.Por supuesto me di cuenta de la falta de mi bolso estando otra vez en la carretera.
Entre los nervios, el tráfico intenso por la finalización del puente de la Constitución y la desesperada búsqueda de un cambio de sentido, habrán pasado 40 minutos. Sin embargo, sólo pensaba que alguien devolviera mi bolso a las empleadas de la gasolinera. Y así fue. Una señora, según me dijeron las empleadas, lo encontró y se lo entregó. Desde aquí mi agradecimiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de diciembre de 2003