La estación de Atocha-Renfe fue ayer escenario para la fotografía instantánea navideña. Polaroid asumió el desafío de realizar un inmenso collage con 3.860 fotos en un panel de 40 metros cuadrados. La labor duró cerca de 12 horas y no tuvo mayores problemas. Una avalancha de personas se volcó sobre los doce fotógrafos desde las nueve de la mañana. Algunas apenas miraron a la cámara; otras carcajearon. Unas cuantas fingieron sonreír y lo que hicieron realmente fue una mueca. "Es una idea especial y bonita para celebrar la llegada de la Navidad con una sonrisa", aseguró Miriam Martín, directora de marketing de la empresa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de diciembre de 2003