"Vendo casas con vista al AVE", bromeó ayer un vecino de Alcàsser que acompañaba a las decenas de residentes y un buen número de alcaldes de localidades de L'Horta Sud que se plantaron a las puertas del Palau de la Generalitat para reclamar que las vías del tren de alta velocidad discurran bajo tierra al paso por sus términos municipales. Los vecinos recordaron que la plataforma sobre la que se tenderán las vías del tren de alta velocidad tiene una altura media de cinco metros sobre el terreno y una anchura de hasta cincuenta metros, un auténtico muro que, en algunos casos, se levantará a escasa distancia de sus viviendas.
Josep Almenar, alcalde de Picanya, recordó que el trazado que planteó el Ministerio de Fomento para el tren de alta velocidad a lo largo de L'Horta Sud preveía su construcción "en trinchera". Sin embargo, las obras se han acometido ya en superficie.
Julio Chanzà, alcalde de Alcàsser, que también participó en la concentración, llegó a ordenar la paralización de las obras en su término municipal ante el cambio de planes de Fomento sin mayor éxito.
"Lo más indignante", comentó Almenar, "es que Fomento no se ha dignado a recibirnos para comentar posibles trazados alternativos o escuchar nuestras propuestas".
Glòria Marcos, coordinadora general de Esquerra Unida desde la semana pasada, aprovechó la ocasión para reiterar su apuesta por una buena red de cercanías en detrimento del tren de alta velocidad.
El bromista de Alcàsser ilustró la situación: "Desde mi pueblo a Valencia sólo puedo ir en autobús y tardo casi una hora para hacer un recorrido de nueve kilómetros. Sin embargo, puedo ir en coche hasta París sin parar en ningún semáforo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de diciembre de 2003