La organización Greenpeace sacó ayer a la calle sus folletos y sus mesas de recogida de firmas en Valencia para reclamar información transparente de las empresas importadoras y comercializadoras de langostino cultivado. Según la internacional ecologistas, buena parte de los langostinos de cultivo se producen en condiciones no sostenibles ambientalmente, ya que las grandes piscinas de esa industria ocupan áreas de manglar y en su producción se utilizan productos químicos y biológicos. Tampoco la pesca de langostinos ofrece una alternativa porque según Greenpeace es "una de las actividades pesqueras más destructivas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de diciembre de 2003