El presidente de Perú, Alejandro Toledo, pidió el viernes pasado la dimisión de su Gabinete en pleno, incluida la de su popular primera ministra, Beatriz Merino, según un comunicado. Toledo estaría en desacuerdo con los nuevos nombramientos de Merino, tras quedar varias vacantes en noviembre pasado, informa la BBC.
La primera ministra, que se encuentra en Estados Unidos, había sufrido una serie de ataques por la prensa local en las dos últimas semanas, que la acusaban desde corrupción hasta lesbianismo. La primera ministra niega las acusaciones y dice ser víctima de una campaña de difamación.
Merino, que tiene un respaldo popular del 50%, frente al 20% de Toledo, es vista como una figura clave para que el presidente logre reformar las débiles instituciones peruanas y mejorar la recaudación de impuestos y el crecimiento económico. Los inversores temen que la salida de Merino desestabilice el Gobierno de Toledo, sacudido por huelgas y protestas en sus dos años en el poder.
Según el comunicado presidencial, Toledo nombrará al nuevo Gabinete el lunes, a la vuelta de Merino a Lima. La remodelación del Gobierno se ha vuelto crucial tras la crisis de noviembre, cuando renunciaron el ministro de Comercio, por un escándalo de tráfico de influencias; el de Exteriores, para trabajar en una organización internacional, y el de Defensa, por "estar harto".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de diciembre de 2003