El fomento de una política que potencie el desarrollo de la investigación tecnológica constituye una apuesta de futuro para una economía avanzada que no sólo se apoye en el sector servicios, permitiendo una evolución industrial orientada a nuevos ámbitos que posibiliten una mayor competitividad, además de poder responder a las cada vez más exigentes necesidades estratégicas y de seguridad.
Dicho planteamiento se incluye desde la órbita fiscal en el proyecto de Ley de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social por medio de determinadas modificaciones a introducir en la Ley del Impuesto sobre Sociedades en relación con la aplicación de las deducciones ya creadas a este efecto en años anteriores.
La deducción por actividades de investigación y desarrollo se incrementa del 10% al 20% por gastos de personal y por proyectos
Así, respecto de la deducción por actividades de investigación y desarrollo, se incrementa del 10% al 20% la cantidad deducible por los gastos de personal correspondientes a investigadores cualificados y por los gastos por proyectos contratados con universidades, organismos públicos de investigación o centros de innovación y tecnología.
En cuanto a la deducción por actividades de innovación tecnológica, también se eleva hasta un millón de euros la base sobre la que puede aplicarse por adquisición de tecnología avanzada en forma de patentes, licencias, know-how y diseños, siendo así que el referido importe se encuentra actualmente limitado a medio millón de euros.
Por otra parte, el proyecto incrementa el límite conjunto de las deducciones, tanto por actividades de investigación y desarrollo e innovación tecnológica como para el fomento de las tecnologías de la información y telecomunicación, hasta el 50% de la cuota íntegra, siempre que su importe exceda del 10% de esta última, cuando dicho límite se fijó en un 45% a partir del 25 de junio del año 2000.
Dichas medidas profundizan en la línea de fomento del progreso tecnológico por la vía de los incentivos fiscales, la cual previsiblemente no se agote en estas últimas medidas al encontrarnos aún lejos de los niveles deseables y exigibles en el nivel internacional que se pretende alcanzar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de diciembre de 2003