Convergència i Unió (CiU) y el Partido Popular (PP), las dos formaciones que en esta legislatura integrarán los bancos de la oposición, coincidieron ayer en realizar las mismas críticas al discurso de Maragall: la escasa credibilidad a su oferta de mano tendida y la falta de propuestas de carácter social. No obstante, CiU y el PP discreparon en cuestiones de autogobierno. El popular Josep Piqué denunció el "repetitivo" discurso "esencialista e identitario" del presidenciable socialista. El democristiano Josep Antoni Duran insistió en las contradicciones en materia autonómica entre el PSC y el PSOE.
"La intervención me ha dejado profundamente preocupado y un poco estupefacto. Ha sido una hora y media de justificación del pacto de izquierdas y de dar vueltas sobre el mismo discurso esencialista e identitario", manifestó Piqué. El ex ministro criticó el hecho de que Maragall hubiera cedido a los otros socios de gobierno (Esquerra e Iniciativa) la exposición del programa económico y social -"el de los problemas reales que preocupan a la gente", dijo- porque demuestra "realmente quién mandará desde el primer día": el republicano Josep Lluís Carod.
Piqué aseguró que mientras el PP apuesta por el diálogo y el consenso, siempre en el marco del Estatuto y de la Constitución, el tripartito de izquierdas "rompe" los canales de negociación al rechazar todo "pacto con el PP".
Contradicciones
Duran, por su parte, encontró profundas contradicciones en la intervención del líder socialista catalán. Por una parte, su actitud de "mano tendida" con todos los grupos de la Cámara y, en especial, con CiU después de haber rechazado el Gobierno de concentración. "Él excluyó desde el primer día a la primera fuerza parlamentaria. La oferta de colaborar no es creíble ni sincera", lamentó. Por otra, la demanda de mayor autogobierno y nuevas competencias, que han sido, en su opinión, repetidamente votadas en contra por el PSOE en el Congreso de Diputados.
El líder democristiano, que próximamente abandonará el Parlamento catalán para concurrir a las elecciones legislativas de marzo, dijo que encontró a Maragall "falto de ilusión y convicción", pero sobre todo "cansado". "Parece como si el Gobierno naciera cansado", declaró Duran sobre el hecho de que el presidenciable del PSC se saltara en su intervención todas las iniciativas sociales y el programa de gestión, en total 36 folios.
[El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, manifestó ayer en el Senado que percibe un riesgo de subida de impuestos en toda España si sale adelante la agencia tributaria catalana que persigue el Gobierno tripartito, informa Lucía Abellán. Si Cataluña pretende saldar el déficit fiscal que dice tener con el Estado, la recaudación tributaria en toda España debería ser más alta para compensar lo que Cataluña dejase de aportar, argumentó].
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de diciembre de 2003