La sesión de investidura de Pasqual Maragall como nuevo presidente de la Generalitat tuvo ayer un repique al otro lado del Atlántico. En Buenos Aires, tras una entrevista con el presidente argentino, Néstor Kirchner, el candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, recordó a Maragall tres requisitos para que pueda sacar adelante sus planes. El principal, que la reforma del Estatuto ha de ser negociada con La Moncloa.
Rajoy aclaró al futuro presidente del Ejecutivo de Cataluña que no podrá "decidir por sí mismo el modelo de Estatuto de autonomía que quiere, cuáles son sus competencias y cuáles sus relaciones con el Gobierno central"; que cualquier reforma del Estatuto o del modelo de financiación requiere el visto bueno "del Gobierno, de las Cortes Generales y de las demás autonomías", y que si él es elegido presidente en marzo "se respetará la Constitución y el Estatuto" actual.
Dos frases de la sesión de investidura de Pascual Maragall -su defensa de una "nueva relación con España" y su advertencia de que si el PP se mantiene en su actual rigidez "el drama está servido"- concentraron el mayor interés en la rueda de prensa de Rajoy. "Si hay un drama será porque el señor Maragall intuye que va a hacer cosas que no son las razonables, lógicas y sensatas. Pero yo, si soy presidente del Gobierno y puesto que soy previsible, voy a hacer lo sensato, que es respetar la Constitución y el Estatuto, y hablar. Por eso, no veo que vaya a ocurrir ningún drama", respondió Rajoy.
"Defenderemos el pacto, el acuerdo, la justicia y la solidaridad entre todos los españoles, y que todos reciban los mismos servicios independientemente del lugar en el que vivan". El pacto es el Estatuto vigente, el acuerdo es el modelo de financiación existente y la solidaridad se resume en que "todos los españoles reciban los mismos servicios independientemente del lugar en el que vivan".
Rajoy estaba ayer en Argentina para entrevistarse con el presidente Kirchner en su calidad de aspirante a presidente del Gobierno de España. Y lo más relevante en esa entrevista es la situación de las empresas españolas en Argentina. El director de gabinete de Kirchner, Alberto Fernández, acompañó a Rajoy en su rueda de prensa y actuó de portavoz del presidente argentino.
En ese papel, Fernández aseguró que Kirchner garantizó a Rajoy que las empresas españolas que prestan servicios públicos en Argentina tendrán "exactamente el mismo trato que las argentinas". Rajoy apostilló su "convicción" de que las conversaciones entre las empresas españolas y el Gobierno de Kirchner concluirán "con un resultado positivo para todos".
A cambio, Rajoy se comprometió con el presidente argentino a impulsar, si es elegido presidente en marzo, un acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur (el mercado común del cono sur americano).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de diciembre de 2003