El secretario general de UGT-Euskadi, Dámaso Casado, calificó ayer el plan Ibarretxe de "propuesta engañosa", puesto que no pretende reformar el Estatuto, sino "hacer un nuevo marco constituyente para un nuevo estatuto entero". En la resolución aprobada en la reunión del comité nacional, celebrada el pasado viernes en Bilbao, UGT critica la "soberanización" de las relaciones laborales que hace la propuesta del lehendakari, lo que supone, dice, fracturar ámbitos e ir en contra de la construcción europea.
El líder de UGT aseguró que intenta mediar entre los gobiernos central y vasco, pero que con las elecciones generales en marzo se hace difícil. El documento aprobado cuestiona también que la modificación de las políticas de protección social y la ruptura con el sistema de Seguridad Social contempladas en el plan Ibarretxe pueda aportar alguna ventaja. Su apuesta pasa por el desarrollo integro e imaginativo del Estatuto y por mantener los acuerdos y consensos actuales.
UGT hace también una dura crítica a la situación de la negociación colectiva en Euskadi. Así, muestra su preocupación por "el importante número de trabajadores que aún no tienen pactado su convenio, fruto de la actitud pasiva, negativa e irresponsables del sindicalismo nacionalista".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de diciembre de 2003