Un grupo de okupas entró ayer en el Ayuntamiento de Barcelona por su acceso principal, se desnudaron y arrojaron vísceras, hígados y sangre de animales en protesta por lo que consideran "connivencia con la especulación urbanística" del consistorio. La protesta duró cinco minutos sin que se produjeran detenciones, pues la Guardia Urbana se limitó a desalojarlos de la entrada principal del Ayuntameinto, en la plaza de Sant Jaume.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de diciembre de 2003