El presidente George W. Bush, que el lunes se reservó su opinión sobre la ejecución de Sadam Husein después de un juicio, dijo anoche que el ex dictador iraquí merece la pena de muerte, pero reiteró que los iraquíes tendrán la última palabra. "Ya veremos a qué es condenado, pero yo creo que debería tener la pena máxima, por lo que ha hecho a su pueblo", declaró Bush en el programa Primetime de la cadena ABC. "Es un torturador, un asesino, tenían habitaciones en las que se violaba, es un repugnante tirano que se merece un castigo, que merece la máxima pena. Pero esto será decidido no por el presidente de los EE UU, sino por los ciudadanos de Irak, de una u otra forma".
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Bush añadió en la entrevista que los iraquíes "son capaces de dirigir ellos mismos el juicio" de Sadam Husein. El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, expresó por su parte dudas sobre la necesidad de que la ONU interviniera en el proceso.
Sadam Hussein está siendo interrogado por la CIA, según reveló ayer Donald Rumsfeld, secretario de Defensa. El ex dictador iraquí está siendo tratado "de acuerdo con las garantías" que tienen los prisioneros de guerra, pero no se le ha otorgado formalmente el estatuto de prisionero de guerra. En su primera conferencia de prensa después de la detención, Rumsfeld defendió esta importante diferencia al justificar que el Pentágono hiciera públicas las imágenes del vídeo de la revisión médica de Sadam, en evidente contradicción con las garantías que tiene un prisionero de guerra: "Era terriblemente importante verle así", para que los iraquíes pudieran comprobar que su captura era verdad y que "el ex dictador ya no está en la calle, que ya no está al mando".
En respuesta a las críticas sobre la exposición de Sadam ante la opinión pública con la boca abierta y del médico que le busca piojos en el pelo, Rumsfeld aseguró: "Ha sido tratado de forma profesional, no se le ha sometido a la curiosidad pública en ninguna posición humillante, de acuerdo con la Convención de Ginebra". Rumsfeld dejó una puerta abierta a que esta situación cambie al anunciar la creación de un comité interministerial que decidirá la definición oficial de prisionero de guerra, el acceso de la Cruz Roja, el contacto con abogados... A la hora de describir el estado de ánimo del detenido, Rumsfeld dijo: "Está resignado".
El secretario de Defensa dio pocos datos sobre la información obtenida hasta ahora en los interrogatorios, pero dijo que se habían recuperado unos 500 folios de documentos y que eso había conducido al menos a una "detención importante". A la pregunta de si esperaba algún progreso en la búsqueda de los arsenales de Sadam, Rumsfeld contestó así: "Déjeme que me remita al zulo en el que hemos encontrado a Sadam Husein. En un espacio similar caben armas biológicas de destrucción masiva suficientes como para destruir toda una población".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de diciembre de 2003