La BBC confirmó ayer lo que ya había adelantado hace meses: los periodistas de la casa y los colaboradores cuyos ingresos procedan mayoritariamente de la BBC no podrán colaborar con otros medios. La medida va dirigida básicamente a los artículos con contenido político y excluye a aquellos de contenido "no polémico" como cocina o bricolaje.
La decisión pretende adelantarse a las conclusiones que probablemente en enero publicará el juez lord Hutton sobre las circunstancias que rodearon la muerte del científico David Kelly, que se espera sean muy críticas con la BBC y en particular con el periodista Andrew Gilligan. Éste lanzó en el programa radiofónico Today las denuncias que derivaron en el llamado caso Kelly. Sin embargo, no fue en la BBC, sino en una columna en el diario Daily Mail, donde Gilligan sostuvo sus acusaciones más duras contra el Gobierno y, en particular, contra Alastair Campbell, el entonces director de Comunicaciones y Estrategia de Tony Blair.
Un portavoz aseguró ayer que la corporación no va a compensar a los periodistas a los que les afecte la medida, porque la BBC "no podría justificar de ninguna manera la utilización de dinero público para pagar a la gente por no hacer algo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de diciembre de 2003