Caetano Veloso, uno de los dioses de la canción brasileña junto con Chico Buarque y Gilberto Gil, sorprende siempre por su inconformismo y su ir contracorriente. El martes, presentando el DVD de su largometraje Cinema falado en Río de Janeiro, intentó escaparse de dar su juicio sobre la política, pero no lo consiguió. Al comentar una de las frases del filme, pronunciada por su hijo Moreno hace 17 años ("Brasil será el primer país del siglo XXI"), comentó: "Viajando por Europa, sentí en la gente la ilusión de que Brasil ya es el primer país del siglo XXI con motivo de la elección de Lula. Ellos lo ven como la salvación del mundo. Yo no lo veo así, pero les entiendo". Y explicó por qué: " Ellos tienen razones melancólicas: están frustrados con sus sueños de izquierda y se sienten humillados por la indudable superioridad de Estados Unidos y por la arrogancia con la que los americanos la exhiben". Caetano, fiel sin embargo a la dialéctica tropicalista, afirmó también: "Ser visionario es la tendencia del artista, aunque personalmente soy escéptico. No soy y no quiero ser religioso, no creo que eso sea un destino metafísico de Brasil". Acordándose que su colega Gilberto Gilo, ministro de Cultura del Gobierno de Lula, comentó con simpatía: "Gil parece tan a sus anchas, ¿verdad? Y si él está feliz yo lo estoy tambien". Y una última nota de enigmática esperanza: "De una cosa estoy, sin embargo, cierto: no estamos viviendo una fase de sueño cero", dijo Caetano, recibiendo aplausos de los presentes a su rueda de prensa.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de diciembre de 2003