Los máximos anuales continúan cayendo uno tras otro en el mercado de valores español en medio del escepticismo generalizado de los inversores que, sin embargo, empieza a quebrarse ante la solidez de que hacen gala la mayoría de las cotizaciones.
Entre los grandes valores se ha establecido una especie de relevo que permite al Ibex 35 mantener la orientación alcista al tiempo que se van tomando beneficios sobre la marcha. Ayer le tocó descansar a Telefónica, pero el relevo fue bien asumido por Endesa, que arrastró al resto de las eléctricas, y por el banco SCH, que volvió a incorporarse al proceso alcista.
El Ibex 35 terminó la sesión con otra subida simbólica, esta vez del 0,26%, que sirve para marcar el quinto máximo anual consecutivo en 7.506,30 puntos. El índice general de la Bolsa de Madrid ganó el 0,18% para terminar en 789,28.
Según algunos observadores, se aprecia la incipiente presencia de inversores de peso en el mercado, que intentan no perder esta racha alcista con vistas a tomar posiciones para el próximo ejercicio, lo que supondría que se está anticipando la formación de algunas carteras o de, al menos, una parte de su núcleo. La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta 1.996,76 millones de euros, pero con escasa actividad institucional.
La situación en el resto de los mercados de la eurozona sigue siendo diferente, con mayores repercusiones de la altura del euro sobre unas economías más volcadas en la actividad exportadora. París cedió el 0,19% y Francfort el 0,48%, comportamiento al que tampoco fue ajena la subida de la inflación en la eurozona hasta el 2,2% en el pasado mes de noviembre.
La Bolsa de Nueva York se tomó un respiro tras los máximos anuales de los últimos días. La ausencia de noticias en esta sesión favorecía el proceso de consolidación de precios, lo que mantenía al Dow Jones con un recorte del 0,26% a media sesión que, no obstante, le permitía mantener el nivel de los 10.100 puntos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de diciembre de 2003