Es un hombre, tiene 59 años, un BMW serie 5, vive en L'Hospitalet de Llobregat y ha acumulado 36 denuncias por exceso de velocidad en los dos últimos años. El que más en Cataluña. En alguna ocasión ha alcanzado los 210 kilómetros por hora en la autovía de Castelldefels. "¿Y esto se ha traducido en la revocación de su permiso de conducir?", se preguntó Joan Delort. "Me temo que la respuesta es no". De aquí la reivindicación de Delort de que la Generalitat pueda asumir todas las competencias en materia de tráfico: "Queremos poder revocar el carnet a estos infractores reincidentes".
Pero el vecino de L'Hospitalet no es el único que figura en la lista negra del SCT. Hay otros cuatro conductores que en dos años han acumulado 15, 18, 19 y 28 denuncias respectivamente por superar la velocidad permitida. "Estas conductas deberían estar incluidas en el Código Penal para que actuaran como medida de prevención", dijo. Delort también está a favor de que se castiguen por la vía penal los casos más graves de conducción bajo los efectos del alcohol.
Los tres radares fijos instalados en la autovía de Castelldefels y en la carretera C-17, en Tagamanent, han generado 23.606 denuncias por exceso de velocidad "grave" y otras 2.355 por exceso de velocidad "muy grave". Las denuncias por exceso de velocidad interpuestas por los radares móviles han sido 72.075, de ellas 66.121 por infracciones graves y 5.954 por infracciones muy graves.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de diciembre de 2003