Mobiliario infantil, cucarachas, apagones, inundaciones y cuartos de baño sin cerrojo, entre otros problemas. Con estos problemas sin resolver, más de un centenar de alumnos de la Escuela de Enfermería de Castellón se manifestaron ayer ante las puertas de su centro docente, ubicado junto al Hospital General de Castellón y dependiente económicamente de la Consejería de Sanidad.
Los problemas que sufren estos estudiantes, que académicamente forman parte de la Universitat de València, se han registrado durante un tiempo que consideran "prolongado" y de manera "habitual". Ante la impasividad de la Administración ayer decidieron salir a la calle después de que, en los últimos días, hayan hecho pública su situación a través de panfletos que han ido repartiendo por la capital de La Plana.
Sus reivindicaciones fueron claras, según el comunicado leído ayer por los representantes de los estudiantes: "Pagamos unas tasas como universitarios y exigimos los mismos derechos que los demás". Así, según indicaron, exigen la creación de infraestructuras básicas "para desempeñar las labores docentes" y, de esta forma, evitar los "constantes apagones e inundaciones" que alteran el normal transcurrir de las clases. Los estudiantes, según denunciaron ayer, han de utilizar "mobiliario infantil, inadecuado para adultos". Además, según constataron, "falta material didáctico para el desarrollo, incluso, de los talleres de prácticas". Los futuros diplomados en Enfermería aseguraron además que los pocos cuartos de baño con los que cuentan son unisex y carecen de cierre. Otros de los problemas denunciados por los estudiantes fue el de la anulación de la salida de incendios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de diciembre de 2003