El "cambio" en el Ayuntamiento de Madrid, con el señor Ruiz-Gallardón al frente, ha empezado a resultar enseguida un manzanasmo agravado y que nos sale, además, mucho más caro en impuestos, como bien estamos viendo.
Arrecian además esos infernales tubos sopladores, superruidosos y supercontaminantes, que tenían que haberse eliminado por completo, en vez de aumentarlos y agredirnos más aún con ellos para limpiar las calles y aceras. Deberían de utilizarse aperos no agresivos ni contaminantes para retirar las hojas que caen de los árboles.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de diciembre de 2003