Ocho palestinos murieron ayer en una incursión del Ejército israelí en los campos de refugiados de Rafá, al sur de la franja de Gaza. El ataque se produjo tan sólo horas después de que militantes radicales palestinos, pertenecientes a las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, dieran muerte a dos soldados israelíes en una emboscada en Gaza. En la operación militar israelí participaron centenares de soldados de infantería, más de 40 vehículos blindados y una escuadrilla de helicópteros de combate. Este rebrote de la espiral de violencia en los territorios ocupados hace peligrar los esfuerzos del primer ministro palestino, Ahmed Qurei, para arrancar una tregua a los grupos radicales.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de diciembre de 2003