Un año más, Olentzero realizó el pasado día 24 un recorrido triunfal por todo el País Vasco. A pesar de lo inclemente del tiempo, propio de las fechas, olentzeros y séquitos recorrieron las calles de las localidades vascas para recibir el abrazo y las miradas de devoción de los más pequeños. Ellos saben que esa noche, Olentzero tiene un duro pero reconfortante trabajo. Los pasacalles de este personaje navideño se acompañaron de villancicos, duendes, carbonerillos y otros personajes propios de la celebración de Nochebuena. Además, se repartieron caramelos y hasta algunos presentes. No faltó la visita a hospitales, para alegrar a los niños enfermos, y a otros centros asistenciales. También los dedicados a inmigrantes organizaron su fiesta de Olentzero, como la que realizó, a las cinco de la tarde, la ONG Médicos del Mundo en su sede de Bilbao.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de diciembre de 2003