ADEMÁS DE LA celebración de la 50ª edición de la Bienal de Venecia, que Francesco Bonami convirtió en la apoteosis de lo política y administrativamente correcto, 2003 ha tenido, cómo no, sus efemérides de todo tipo. Entre los centenarios internacionales más estruendosos hay que citar, en primer lugar, el de Mark Rothko, mientras que, desde una perspectiva local, también los de Esteban Vicente, que hoy da nombre a uno de los "pequeños" centros artísticamente más dinámicos del país, el Museo de Arte Contemporáneo de Segovia, y de Rafael Alberti, celebrado con una retrospectiva en el MNCARS, de Madrid. En 2003 han cumplido la alta edad de los 80 dos grandes artistas catalanes, Xavier Valls y Antoni Tàpies, y ambos lo han hecho exhibiendo obra última, la mejor señal de viveza creativa. Para terminar, y aunque no sea un artista actual, ni cumpla ninguna fecha publicitariamente rotunda, conviene recordar que el Museo Metropolitano de Nueva York ha conseguido uno de sus mejores éxitos de la temporada con una muestra sobre El Greco, que, algo reducida, se podrá ver, dentro de poco, en la National Gallery, de Londres. O sea: que, de una u otra manera, da gusto que el arte tenga este año un acento tan español.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de diciembre de 2003