El balance de víctimas mortales del accidente aéreo del jueves en Cotonú, la capital económica de Benin (África occidental), se elevaba ayer a 113 muertos, según informaron fuentes oficiales. Sobrevivieron al impacto 22 ocupantes del Boeing 727 que acababa de despegar con destino a Beirut y que se estrelló en una playa de la costa del golfo de Guinea. Los pasajeros eran en su mayoría inmigrantes de origen libanés que viven en distintos países de África occidental. El siniestro se produjo al chocar el avión con un edificio situado al final de la pista del aeropuerto, antes de estallar y caer al mar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de diciembre de 2003