La lista de homicidios crece imparable, pese al parón sufrido a finales de octubre y en noviembre. Desde que comenzó el año, 97 personas han muerto violentamente en la región, lo que ya iguala la fatídica cifra alcanzada en 2001, cuando las tasas de criminalidad, al igual que ahora, campaban por sus fueros.
El último caso registrado ayer en Arganzuela es idéntico al ocurrido el pasado 15 de abril en el número 73 de la avenida de Pablo Neruda, en el distrito de Puente de Vallecas, cuando murió acuchillado Ye Zhong Ping, de 36 años, el dueño de una tienda de frutos secos y alimentación. En esa ocasión, dos ladrones entraron a robar el tabaco que tenía en el establecimiento la víctima, en la calle de Villalobos, 131. Aquí sí se apoderaron del dinero.
El propietario del negocio salió corriendo tras ellos y les dio el alto varias veces, según los testigos. En un momento dado, los ladrones se volvieron y se encararon con su perseguidor. Le asestaron varias puñaladas en el tórax. Meses más tarde fueron detenidos los supuestos agresores.
El homicidio de ayer es el segundo que sufre el distrito de Arganzuela en 2003. Esto le sitúa como una de las zonas más seguras de la capital.
Durante el presente año también fue asesinado Jiang Jongjong, de 23 años, que fue hallado agonizante dentro del maletero de un BMW en llamas, el pasado 5 de agosto, en el parque de Olof Palme, en Usera. Murió a las pocas horas en el hospital de La Paz. Jongjong regentaba una tienda de telefonía móvil en la calle de Dolores Barranco, cerca de donde fue encontrado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de diciembre de 2003