Sin duda constituye una buena noticia el que la educación sea la prioridad política del nuevo Gobierno de la Generalitat de Cataluña. Es importante también que la comunidad educativa pueda ser escuchada e implicarse de forma activa en un proceso dinámico de cambio estructural y profunda transformación social. Se hace necesario, pues, que estas nuevas formas de hacer y este nuevo proyecto se traduzca en toda una serie de acciones e intervenciones que, poniendo el acento en el aumento de la inversión en recursos, conciban la educación como un servicio público que se torna privilegiado instrumento de cohesión e igualación social, pieza clave de todo Estado de bienestar debidamente desarrollado.
Por ello, invito a que todos podamos construir de forma colectiva este escenario, a luchar con denuedo por la escuela pública y de calidad que soñamos y a cumplir este anhelo histórico. Para todo ello se podrá contar, como siempre, con un Ayuntamiento que asume su responsabilidad y se compromete seria y valientemente con el bienestar de su ciudadanía y sus barrios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de diciembre de 2003