Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

El destino de la banda

Tras la muerte de Kurt Cobain, los componentes de Nirvana, Krist Novoselic y Dale Crover, siguieron caminos separados pero dentro del mundo de la música. La relación de ambos con la esposa del cantante, Courtney Love, no ha sido fácil ni antes ni después del suicidio. Como en la relación entre John Lennon y Yoko Ono, ella siempre ha pasado por ser la mala de la película. Un portavoz de la discográfica Universal que trató a la pareja durante su estancia en Madrid en 1994 confirma que él estaba totalmente enganchado a Courtney. "En esos días el músico trataba de salir de la heroína, pero todo acabó cuando ella aterrizó en la capital", recuerda. Tras su muerte -algunos detractores trataron de inculparla-, la viuda de Cobain se dedicó a defender con uñas y dientes lo que ella considera su patrimonio exclusivo. Courtney se comporta como si fuera la dueña del legado de Nirvana, pero ni Novoselic ni Crover parecen dispuestos a consentirlo.

Novoselic, hijo de emigrantes croatas, bajista y cofundador del grupo, ha anunciado recientemente que abandona la música para dedicarse a la política. "Voy a continuar tocando, pero me desligaré del negocio de la música", ha asegurado el bajista desde la página web de Eyes Adrift, su nuevo grupo. Tras la decisión está la frustración ante el camino que ha tomado la industria. "No puedo leer las revistas musicales o escuchar la radio sin que me embargue el sentimiento de que vengo de otro planeta".

Mejor suerte ha corrido el batería Dale Crover, convertido en uno de los líderes de Foo Figthers y que actualmente prepara un nuevo proyecto de música heavy.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de diciembre de 2003