Cuando los dirigentes socialistas escuchan del PP la denuncia escandalizada de que el PSOE quiere "reformar la Constitución", el PSOE pide que se les escuche y, sobre todo, se le atienda respecto a qué reformas pretende y para qué. La dirección del PSOE se pregunta dónde está el pecado, toda vez que el grueso de las reformas que propone el candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, persigue el fortalecimiento de la "realidad que es España", como dicen sus colaboradores. Por ejemplo, la primera reforma se refiere a los cambios en el Senado para que las comunidades autónomas sean tanto Estado, como el Gobierno central. Eso se conseguiría con la presencia en la Cámara alta de los presidentes autonómicos y con el comienzo en esa misma Cámara de la tramitación de las leyes que afectan a las autonomías. Pero el mero hecho de que el Senado sea el lugar de reunión de las autonomías ya supone un lazo de colaboración y coordinación deseada, según enfatizan en el PSOE.
Con la siguiente reforma se pretende que en la Constitución figuren de una vez por todas, con su nombre, las 17 comunidades autónomas que componen España más Ceuta y Melilla, ya que cuando se elaboró todavía no había estatutos de autonomía. La mención a la Constitución Europea y el derecho de la mujer a reinar completan las reformas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de diciembre de 2003