Efemérides aparte, la Navidad es desde hace ya muchos años el momento clave para la mayoría de los comerciantes. Desde mediados de noviembre y hasta el fin de las rebajas de enero, los vendedores madrileños tienen la oportunidad de paliar los efectos de un mal año. El 2003 no ha sido bueno para el pequeño comercio y no parece que las navidades vayan a cambiar esa percepción, según señalan varias asociaciones de empresarios. Es más, este año confirma que las pequeñas superficies continúan desapareciendo y pierden su cuota de mercado en beneficio de los grandes centros comerciales. Un informe de la Federación de Trabajadores Autónomos asegura que los pequeños comercios madrileños han perdido un 47,5% desde 1997.
Los propietarios del pequeño comercio aseguran que aunque estas fechas son un bálsamo para seguir adelante, la convivencia con los complejos comerciales les lleva a cerrar aun teniendo una campaña de Navidad favorable.
La forma de afrontar las fechas de grandes y pequeños comercios es muy diferente. El director del centro comercial Parquesur, Carlos Pestaña, asegura que todo está calculado con precisión desde mucho antes, mientras que los pequeños comerciantes se esfuerzan en buscar productos que los compradores no puedan encontrar en los grandes complejos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de diciembre de 2003