Dentro del baño publicitario a que estamos sometidos los telespectadores de cualquier cadena (por cierto, excediendo de los límites legales), he visto con asombro un spot del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales en el que se viene a decir a las mujeres que si no pagan menos que los hombres por los productos y servicios, no deben aceptar menos sueldo que ellos en cualquier trabajo. Esa igualdad de sexos está recogida en la Constitución (de la que tanto se han llenado la boca últimamente los gobernantes), pero la Administración pública está haciendo dejación de su obligación de velar por su cumplimiento, permitiendo que en muchas empresas, e incluso en organismos públicos, se produzca la situación de desigualdad denunciada. A veces tiene uno la impresión de que algunos miembros de este Gobierno tienen como libro de cabecera La efectividad de la propaganda escrito por el mismísimo Dr. Goebbels.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de diciembre de 2003