Estos dos chavales que juegan al baloncesto en silla de ruedas pueden caminar perfectamente. Sin embargo, de esta manera aprenden cómo se sienten otros, los discapacitados, cuál es su esfuerzo y sus posibilidades. Esta es una de las experiencias que se pueden realizar en el PIN de Bilbao.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de diciembre de 2003