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"Todavía no puedo entender lo que ha pasado", confiesa el hijo

Abrazos continuos, lloros y muchos nervios se vivieron ayer por la mañana en el Instituto Anatómico Forense. Los familiares de los dos fallecidos no podían entender cómo Ramón Luque y su hija Eva habían sido tiroteados dentro de su domicilio. Y todo eran preguntas.

Uno de los que peor lo estaba pasando era Ramón, el hijo del matrimonio Luque: "No comprendo nada de lo que ha pasado. Parece que estoy como en un sueño, porque mi padre no tenía problemas con nadie". "Si supiera qué le pasaba o si alguien tuviera algún problema con él, no tendría que estar dándole vueltas y preguntándome quién ha podido ser el asesino. Hacer una cosa así cuesta mucho dinero...", explicó Ramón, que trabaja como agente comercial en la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid.

La familia quería incinerar los cadáveres y trasladarlos al cementerio de Collado Mediano. Sin embargo, el juez de Villalba que instruye el caso lo prohibió por si fuera necesario hacer una segunda autopsia a los cuerpos. Tras conocer esta decisión, la esposa y el hijo de Ramón Luque tenían previsto enterrar hoy a sus familiares, pero un nuevo problema retrasó la inhumación. Ayer no había un especialista en rayos X en el Instituto Anatómico Forense que hiciera radiografías a los cuerpos. Éste es un proceso previo a la autopsia de un cadáver en el caso de que haya muerto por balazos, según comentaron fuentes del sector.

"Una inocente"

"Desde luego, lo que tengo claro es que estas muertes no se han debido a un robo. Hay objetos de mucho valor en la casa y no se han llevado nada, al menos según la primera impresión que tenemos. Esto ha tenido que ver con la profesión de Ramón [constructor] y de posibles problemas que haya tenido en los últimos años", señalaron fuentes de la familia. "Desde luego, la muerte de la hija [Eva Luque, de 28 años] sólo ha podido deberse a que haya reconocido a los asesinos y que éstos la hayan matado para evitarse problemas. Con ella no iba nada. Ha sido una víctima inocente", añadieron las citadas fuentes.

Éstas explicaron que la empleada de hogar se marchó del chalé tras terminar su turno sobre las tres de la tarde. Una hora más tarde abandonó la casa el hijo. Entonces se quedaron las dos víctimas y la abuela en el domicilio. A partir de ahí, todo son especulaciones y labores de investigación por parte de la Guardia Civil.

Al Instituto Anatómico Forense acudieron conocidos y allegados de las víctimas que dieron sus pésames a los familiares. También se acercó un nutrido grupo de compañeros de trabajo del hijo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de diciembre de 2003