Habitualmente se habla de "daños colaterales" para referirse a consecuencias negativas no buscadas, pero suele ocurrir también lo contrario. Tal es el caso de la empresa Master Training, de Estocolmo, cuyo propietario es Daniel Westling, el novio de la princesa heredera Victoria de Suecia. Desde que se hizo oficial su noviazgo, la empresa de gimnasia y entrenamiento que Daniel posee en el centro de la capital, ha experimentado una prosperidad inusitada. La actividad financiera ha aumentado de 4,1 millones de coronas a seis millones y los beneficios se han duplicado. Figuras del espectáculo, empresarios, aspirantes a cambiar de estatus o simples snobs, hacen cola para inscribirse a un costo de 14.000 coronas por año en Master Training y aspiran a tener a Daniel como entrenador personal. El resultado es la próxima apertura de un nuevo local céntrico de una superficie de 500 metros cuadrados que será superexclusivo, para satisfacer la demanda de esta nueva clientela. Al parecer Victoria, que entre sus papeles futuros está el de "vender" a Suecia en el exterior y ha adquirido experiencia en esos menesteres, le ha proporcionado un provechoso asesoramiento a su novio. La empresa tiene un significado especial en la vida de ambos, ya que fue allí donde Victoria conoció al que según todas las previsiones será su marido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de enero de 2004