Las fiestas multitudinarias para celebrar el inicio de 2004 apenas causaron incidentes en las ciudades andaluzas. Los más graves se produjeron en Córdoba. La Empresa Pública de Emergencias Sanitarias informó ayer de que un joven de 19 años tuvo que ser atendido de un corte en el cuello. La herida, que no fue considerada grave, le fue ocasionada en una pelea por una agresión con arma blanca. El joven fue atendido a las 7.25 de ayer en el club hípico de Córdoba.
También en la capital cordobesa, una patrulla de la Policía Local tuvo que intervenir alrededor de las tres de la madrugada en ayer en la fiesta de fin de año que organizó el Ayuntamiento en la plaza de las Tendillas. Los agentes detuvieron a un hombre que maltrató a un perro y lo azuzó contra las personas que festejaban en la plaza. El detenido opuso gran resistencia y ocasionó heridas leves a tres policías.
La noche fue más tranquila para el servicio de bomberos cordobés, que sólo informó de una actuación reseñable, para apagar un fuego en una azotea.
Incendios y borracheras
Más ocupados estuvieron los bomberos de Málaga, Huelva y Sevilla, que tuvieron que realizar varias salidas para apagar contenedores incendiados y colocados en medio de la vía, un suceso que se repite en las fiestas más señaladas. El caso más llamativo fue el de la capital hispalense, donde se quemaron una treintena de contenedores de basura. En Huelva, el fuego también destruyó un coche policial que realizaba controles de alcoholemia en una rotonda ubicada en la carretera entre la capital onubense y Mazagón. El vehículo de atestados se incendió debido a un cortocircuito en su sistema eléctrico.
Una bombilla de un adorno de Navidad fue el origen de otro incendio, en esta caso en la localidad malagueña de Fuengirola, que quemó la fachada de un edificio. En Málaga, los bomberos también tuvieron que intervenir para apagar un incendio en una vivienda de la capital, apenas pasada la medianoche. En ninguno de estos sucesos hubo heridos. Por otra parte, el servicio de emergencias 061 registró un incremento notable en el número de llamadas atendidas, básicamente por intoxicaciones etílicas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de enero de 2004