Vicente Caballer fue el encargado ayer de cumplir en Valencia el rito de bienvenida al año nuevo con una mascletà. Lo hizo con 250 kilos de pólvora y un ejercicio en el que quiso llevar al cielo el mar Mediterráneo que acogerá en 2007 la celebración de la Copa del América. A las 14.00 se encendió la mecha en la instalación dispuesta en el antiguo cauce del Túria, entre el Puente de las Flores y el de Exposición, con 460 líneas de disparo que llenaron algo más de ocho minutos de espectáculo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de enero de 2004