Señor Ruiz-Gallardón: ya sé que aún faltan casi cinco meses para la "boda", y que para entonces, según le pidió el padre del novio, es de esperar que las calles de Madrid estarán preparadas y "muy bonitas". Espero, señor alcalde, que desaparezcan los múltiples socavones que existen en ellas, ya que de tener el peatón o el automovilista la "fortuna" de "encontrárselos de repente", puede sufrir un accidente que le deje sin piernas o sin coche.
Le ruego, señor alcalde, que por el bien del ciudadano los arregle cuanto antes, sin esperar hasta la "gloriosa fecha" para hacerlo. Para ponerle un ejemplo, dígnese usted pasar por la calle de Bailén, esquina a la de San Quintín, dirección Palacio Real, justo en la curva y al lado de los jardines de Sabatini. Creo que aún le dará tiempo a verlo, pues el citado socavón ya lleva ahí varias semanas, sin que ninguno de los múltiples servicios de Urbanismo o de Seguridad que constantemente y a diario pasan por ahí lo hayan "visto", o si lo han hecho, no lo han arreglado. Creo que el resto de los humildes ciudadanos de a pie, también merecemos una ciudad preparada, bonita, transitable y segura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de enero de 2004