Algunas de las medidas de este Plan Integral de Cardiopatía Isquémica van encaminadas a evitar las desigualdades que puedan producirse entre las distintas comunidades en el tratamiento de estas dolencias cardiacas, y a establecer guías de buenas prácticas para prevenir las enfermedades de que se trata.
La mortalidad por enfermedades cardiovasculares se reparte de manera desigual por España, incluso puede llegar a ser el doble en unas comunidades que en otras.
Ello no se justifica por la estructura de la población, y es uno de los campos donde las autoridades pueden ser más efectivas. Navarra, por ejemplo, practica el doble de coronariografías por millón de habitantes que Castilla-La Mancha, 2.910 frente a 1.417. Una coronariografía ofrece la foto del estado que presentan las arterias y venas que riegan el corazón.
Comunidades como La Rioja o las ciudades de Ceuta y Melilla, no tienen unidades preparadas y desvían enfermos a comunidades vecinas.
La rehabilitación cardiaca no alcanza al 3% de los enfermos y estas sesiones se necesitan para que reanuden su vida tras un episodio de estos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de enero de 2004