El juez de guardia decretó ayer el ingreso en prisión sin fianza del presunto pirómano acusado de incendiar más de 30 vehículos en Barcelona en los últimos días. El acusado, Emilio E. M., de 37 años y nacionalidad francesa, reside desde hace cuatro años con su madre en Calella. Desde hace tres años padece esquizofrenia y ya fue detenido en 2001 en Barcelona por un delito de incendio. Años atrás también había sido arrestado en tres ocasiones en Francia por hechos similares.
Fuentes judiciales explicaron ayer que, en su declaración ante el juez, Emilio E. M. confesó ser el autor de los hechos, aunque señaló que no recuerda cuántos vehículos quemó. Por el contrario, negó haber incendiado motocicletas. Lo único que recuerda es haber quemado algunos vehículos en un aparcamiento subterráneo el pasado día 26. Según la versión del acusado, el día de Navidad discutió con su madre y por ello se fue de casa y comenzó a incendiar vehículos por Barcelona porque, según dijo su abogado, así "se sentiría peor consigo mismo y se suicidaría".
El abogado defensor ha pedido el internamiento de su cliente en un centro psiquiátrico, pero un forense, por orden del juez, examinó al detenido y consideró que su enfermedad mental no es tan grave como para eludir la cárcel y ha certificado que ahora está "compensado de su esquizofrenia". Finalmente, a petición del fiscal, el juez ordenó el ingreso de Emilio E. M. en un módulo psiquiátrico de la prisión Modelo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de enero de 2004