El titular del juzgado de Instrucción 23 de Barcelona, Joan Francesc Uría, ha abierto juicio oral contra los cuatro policías nacionales acusados de inventar una historia para justificar la detención de dos jóvenes durante la cumbre europea celebrada en Barcelona en 2002. La fiscalía, sin embargo, no acusa a los policías, ni tampoco el abogado del Estado, quien ha rechazado la responsabilidad civil del Ministerio del Interior.
La acusación particular, en nombre de los dos jóvenes, ha presentado un escrito de acusación en el que solicita penas de inhabilitación para los agentes que superan los 10 años, por lo que el juicio contra los acusados se celebrará en la Audiencia de Barcelona. Los policías que arrestaron a los jóvenes, residentes en Elche (Alicante), están acusados de los presuntos delitos de denuncia falsa, detención ilegal, simulación de delito y falsedad. La declaración de los cuatro policías y su atestado sirvieron para que un juzgado de Barcelona condenase a los dos jóvenes por disturbios y atentado, tras un juicio rápido celebrado en abril de 2002. Sin embargo, los dos jóvenes recurrieron ante la Audiencia de Barcelona, que les acabó absolviendo y ordenó la apertura de un proceso penal contra los agentes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de enero de 2004