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Zaplana rechaza el cambio del actual modelo autonómico

El ministro portavoz, Eduardo Zaplana, aseguró ayer a este diario que el Gobierno quiere que "el PSOE aclare adónde va" con la apertura de este nuevo proceso autonómico favorable a las reformas estatutarias. "Si se trata de introducir algunas mejoras en los estatutos de autonomía, no hay ningún problema. Pero si se trata de cambiar el modelo autonómico actual por otro confederal, decimos que no", enfatizó.

El ministro portavoz estima que el PSOE se ha embarcado en un nuevo proceso autonómico "sin convicción, por la presión del nuevo presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, desde Cataluña. Hace dos años acordamos, con muchas dificultades, con los socialistas un modelo de financiación autonómica y ahora el PSOE nos dice que hay que replantearlo porque la Generalitat de Cataluña lo quiere. Pero, además, plantea que los tribunales superiores de justicia de las comunidades autónomas sean la última instancia en los temas que afecten a su territorio. ¿No estamos ante un modelo territorial de corte confederal y, por tanto, incompatible con el Estado de las Autonomías?".

Zaplana expresa su temor a que tras la reforma estatutaria que ha anunciado el nuevo Gobierno de la Generalitat de Cataluña, y que cuenta con el apoyo del 85% de la representación electoral de esa comunidad, se produzca un "efecto contagio" en el resto de las comunidades autónomas, que exigirán el mismo poder competencial, y que "se abra un proceso imparable, desencadenado por el PSOE sin medir sus últimas consecuencias".

El ejemplo de la LOAPA

Zaplana recuerda la situación creada en España tras la generalización del proceso autonómico, en 1981, con el referéndum de Andalucía y que "tuvo que desembocar en un pacto entre la UCD gobernante y el PSOE, la llamada LOAPA (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico), para estabilizar el proceso". A juicio de Zaplana, la generalización del "proceso desbocado fue el comienzo del fin de la UCD y creó serios problemas al PSOE".

Tras afirmar que el Gobierno del PP está a la espera de que los partidos catalanes precisen su modelo de reforma estatutaria, anticipó que "rechazará cualquier cambio del actual modelo de Estado de las autonomías que signifique un intento de hacerlo confederal". A su juicio, algunas de las propuestas conocidas del programa del Gobierno tripartito catalán, como las referentes a la Justicia, a la educación y a la representación en la UE, "responden a un modelo confederal y, por tanto, rechazable por el Ejecutivo del PP". También precisó que el Gobierno popular estaría dispuesto a "estudiar reformas que mejoren los estatutos, pero sin cambiar el marco".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de enero de 2004