Los grupos de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil de Jaca y Panticosa rescataron ayer los cadáveres de dos montañeros que murieron sepultados por un alud en la zona del Ibón Superior de Bachimaña en Panticosa (Huesca). Con ellos son ya tres los montañeros sepultados por aludes en el Pirineo aragonés desde el pasado domingo, día 28 de diciembre, cuando otro montañero Matías M. G de 19 años, natural de Cercedilla (Madrid), murió sepultado por un alud en el parque de Ordesa en la zona de Tucarroya. El riesgo de aludes en el Pirineo es máximo, cinco sobre cinco.
Los equipos de rescate pudieron acceder ayer, a la una de la tarde, a la zona del alud y localizar los cuerpos sin vida de los montañeros José Francisco A. M., de 28 años, nacido en Teruel y vecino de Albacete, y de Miguel Ángel G. M., de 29 años y nacido y domiciliado en Albacete.
El acceso se hizo con enormes dificultades, a pie y apoyados por un perro adiestrado en avalanchas. Pese a las adversas condiciones meteorológicas, pudieron desenterrar, en primer lugar, a José Francisco A. M., y media hora más tarde, tras sondear la zona, a Miguel Ángel G. M.
Los jóvenes llevaban su documentación en las mochilas que portaban, hecho que ha facilitado la identificación de los cuerpos a los efectivos de la Guardia Civil. Los cadáveres han sido trasladados, envueltos en sacos portacadáveres, a un lugar próximo, que ha quedado debidamente señalizado, para facilitar la evacuación, con la ayuda de un helicóptero, una vez que remitan las adversas condiciones meteorológicas.
Precisamente lo adverso de las condiciones ha impedido también rescatar el cadáver del montañero madrileño que murió el domingo en Ordesa. Iba acompañado de otros deportistas y se disponían a realizar una travesía cuando el alud lo sepultó. El domingo el helicóptero suspendió el rescate, y desde entonces no han podido reanudarse las tareas debido a las fuertes rachas de viento. La familia del montañero madrileño se encontraba en Bielsa desde el martes.
Esquiadores evacuados
El viento obligó también a evacuar a unos 200 esquiadores en Cerler que quedaron aislados en la zona del Ampriu. Los remontes no funcionaron y la Guardia Civil y los monitores organizaron su descenso hasta una zona segura. El mal tiempo mantuvo ayer cerradas las estaciones de esquí aragonesas por el fuerte viento.
Por otro lado, la Ertzaintza suspendió anoche la búsqueda de un montañero de 33 años desaparecido en el Gorbea (Vizcaya), que pasó su segunda madrugada en paradero desconocido, con temperaturas gélidas en ese parque natural. El montañero llamó el jueves por la noche al servicio de emergencias SOS Deiak desde su teléfono móvil para comunicar que se había refugiado en una cueva. Durante la jornada de ayer realizó varias llamadas para decir que se había caído en una ladera y se había lesionado una pierna.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de enero de 2004