Las luces permanecían encendidas, pero el silencio ya se había apoderado de Balaídos y las gradas estaban desiertas cuando apareció Lotina, las manos en los bolsillos y gesto reflexivo, para cruzar la cancha de esquina a esquina. El entrenador del Celta dejó el estadio por la puerta de atrás, por lo que pudiera ocurrir con el centenar de aficionados que esperaban en el exterior del campo. "Pido perdón a la afición", dijo en la sala de prensa, pero su futuro pende ahora de un hilo. El presidente del consejo de administración, Horacio Gómez, se fue de Balaídos sin hacer declaraciones, y fuentes del club creen que podría destituir al técnico esta misma semana. Si no es así, el partido de Copa del próximo miércoles, en Málaga, será una reválida para Lotina.
"No puedo saber qué va a pasar ahora. Si estoy pendiente de si me echan o no, esto sería un sinvivir, y además tengo la conciencia tranquila", declaró el técnico, que pese a su gesto serio se permitió colar una broma: "No creo que tenga que emigrar a Irak". Pero desde su punto de vista, de la crisis podría el Celta sacar algún provecho: "Si el club cree que me debo ir, así será, y si considera que lo mejor es fichar a dos o tres jugadores contrastados, pues también". Lotina, que escuchó los gritos de furia de la grada, aseguró que si finalmente se ha de ir, lo hará llevándose "todas las culpas, y dejando esto libre para el que venga".
El entrenador vasco encontró palabras de apoyo del técnico del Deportivo, Javier Irureta, quien criticó el comportamiento del público. "No me han gustado los gritos contra el entrenador. El Celta no está ni siquiera en puestos de descenso, y tiene capacidad y juego para salir de esta situación. Además, he visto muy mal el terreno de juego, y eso al Celta no le beneficia". También el central Berizzo acudió en auxilio de su técnico. "No sólo me extrañaría que cesasen a Lotina, sino que me dolería. Hay que repartir las culpas; ni él ni nadie se merece toda la responsabilidad". Menos solidario se mostró Gustavo López: "No es asunto nuestro, es asunto del club", se limitó a comentar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de enero de 2004