La plaza de la Constitución de Pinto se ha llenado de reliquias. Reliquias motorizadas cedidas por coleccionistas. Se trata de una muestra de una veintena de coches que datan de mediados del siglo pasado organizada por el Automóvil Club Turístico y Cultural de España. Entre las mejores piezas destacan un Volvo (izquierda) y un Ferrari que, aunque no lo parezca, es descapotable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de enero de 2004