El alumbrado público de la ciudad británica de Wakefield, un contrato de 170 millones de euros, cierra un trimestre, el último de 2003, especialmente intenso en la expansión y diversificación del Grupo Ferrovial. En diciembre se ha hecho también con un contrato del Ministerio de Defensa del Reino Unido por valor de 710 millones de euros y con un contrato ferroviario en Italia de 319 millones de euros, y en noviembre culminó la compra del grupo de servicios Cespa, que era propiedad de Aguas de Barcelona y de la francesa Suez, por 501 millones de euros.
Amey, que es una de las mayores empresas de servicios del Reino Unido y cuyo control pasó a manos de Ferrovial en mayo, tras una inversión de 114 millones de euros, se ha convertido en una activa plataforma para la expansión del grupo español en aquel mercado. El contrato del alumbrado de Wakefield, que adjudica a Amey su gestión y mantenimiento durante 25 años, supone el estreno de Ferrovial en un mercado, la gestión privada del alumbrado público, cuyo negocio se evalúa para los próximos años en el Reino Unido en el entorno de los 5.700 millones de euros.
El grupo, según su consejero delegado, prevé cerrar 2003 con un beneficio neto de 283 millones, un 10% más que en el ejercicio precedente
También a través de Amey, el grupo de la familia Del Pino ha sido seleccionado en las últimas semanas para hacerse cargo de la gestión y mantenimiento del parque de vehículos y maquinaria de construcción de las Fuerzas Armadas británicas (2.500 unidades). Los detalles de esta concesión, por un periodo de 15 años y con unos ingresos previstos de 710 millones, están siendo siendo ultimados entre el Gobierno y Amey. Esta misma filial se hizo hace unos meses con la gestión de tres líneas del Metro de Londres. Ferrovial, que desde el 1 de julio consolida en su balance a la filial británica, prevé que Amey le aporte el año que ahora comienza 74 millones de euros a su Ebitda (resultado bruto de explotación).
El grupo español ha logrado recientemente también, en Italia, la adjudicación de unas obras de desdoblamiento de la vía ferrea Génova-Ventimiglia, y en el mercado doméstico se ha hecho con el grupo Cespa, a cuya adquisición aspiraban también FCC y Acciona, y con un 25% de la compañía Econat. Cespa es el segundo operador en España en la gestión de servicios municipales de limpieza y residuos sólidos y líder en la gestión de residuos industriales.
Metamorfosis
El impacto de las operaciones de Cespa y Amey en las cuentas de Ferrovial, según fuentes del grupo, es muy relevante y acrecienta la diversificación y la internacionalización del grupo. Su facturación en servicios va a superar los 2.200 millones de euros (un 30% del volumen total de negocio del grupo en 2004, frente al 7% en 2002). Sus ventas fuera de España, por otra parte, han pasado de representar el 28% del total a cerca del 45%.
La veterana constructora de la familia Del Pino ha culminado con estas operaciones un año de radical trasformación de su tamaño, de la composición de sus negocios (en diciembre de 2002, todavía la construcción le aportaba el 75% de su facturación y el 47% de su beneficio neto sin extraordinarios) y hasta de su funcionamiento societario (ha puesto en marcha un plan de opciones sobre acciones para incentivar a sus directivos y ha cambiado el sistema de retribución de sus consejeros).
Ferrovial, según su consejero delegado, Joaquín Ayuso, prevé cerrar las cuentas de 2003 con un incremento del 10% en su beneficio neto, que se estima en 283 millones de euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de enero de 2004